Integrando los resultados de las tres Jornadas-Taller se evidencia la importancia de avanzar con acciones desde los tres componentes o dimensiones del modelo WWP, de cara a la integración de los Principios IAR y las DVGT, generando sinergias desde un enfoque integrado. Los problemas
detectados se han centrado más en aspectos político-contextuales (52,0%), seguidos de los ético-sociales (30,0%) y otros aspectos técnico-empresariales (20,0%).
En relación con las acciones de futuro a acometer
para facilitar la integración y el fomento de los Principios IAR y las DVGT, igualmente se han centrado principalmente en aspectos político-contextuales
(48,0%). Desde esta dimensión se destacan acciones conjuntas desde las universidades participantes, diseñando una estrategia que integre investigación, vinculación con la sociedad y una docencia. Se consideran fundamentales las acciones que permitan la relación entre actores público-privados para potenciar la vinculación de la universidad con la empresa y la sociedad, formular proyectos en base a las necesidades de las comunidades, generar investigaciones conjuntas, promover sinergias institucionales, internacionalizar y difundir casos de éxito, compartir y sistematizar experiencias. Además, se considera importante crear en las universidades grupos de investigación orientados a las temáticas en relación con los Principios IAR y las DVGT.
Desde el punto de vista ético-social
(32,0%) se proponen acciones de capacitación y desarrollo de competencias
sobre las temáticas de los Principios IAR y las DVGT, orientadas a docentes-investigadores, empresarios y agentes de la sociedad. Se considera necesario cambiar mentalidades, desde la formación continua hacia colectivos específicos y actores clave, formar líderes éticos y competentes
para la dirección de proyectos y la gobernanza. Además, se considera importante formar en hábitos saludables, en innovación educativa y nuevas metodologías docentes-investigadoras, sensibilizar y formar a los actores de las cadenas productivas, generar emprendedores con base a los principios IAR.
Por último, desde la dimensión técnico-empresarial
(20,0%) se proponen acciones para disponer de “laboratorios vivos” (experiencias territoriales)
impulsadas desde proyectos e investigaciones
que vinculen conocimiento-acción-aprendizaje, fomenten el trabajo en equipo, el asociacionismo y la confianza de la gente desde proyectos conjuntos. Se destaca la importancia del empresario como aliado estratégico
y la integración con las asociaciones de productores. Estos “laboratorios” son también plataformas para la innovación educativa, la formación de profesionales y doctores que respondan a nuevas demandas sociales y afronten los problemas del medio rural y el sector agroalimentario.